Miedo. Yo lo llamo miedo.

Llevo mis manos a la espalda pensando en todo y en nada, un cigarro en la boca sin que arda, me gustaría saber qué coño me pasa. Si pudiera verte cada día hoy no lo haría, pero seguro mataría por un abrazo tuyo al despertarme junto a ti.  Me engullo mi orgullo y a tus pies me muestro, aunque ahora seamos tú y yo, dime que en nuestra vida habrá un nuestro, ¿verdad que aquella noche no fue más que sexo? ¿Acaso puedo tocarte por dentro con cuatro de mis versos? Eres una razón por la que sigo escribiendo, llegar a tu altura en esto, quebrarte el sentido mientras me quedo sin aliento por uno de tus besos. No me hacen falta bases, tu marcas mi compás, si la medida es una locura es porque tu lo eres más. Creo saber como eres, por lo mismo que en ti confío me haces desconfiar. Tú y yo pertenecemos a mundos diferentes, pero tengo sentimientos, no soy un ser inerte. No nací para la satisfacción de una guerra entre sábanas, me matas más con tus miradas que con lo que quiera que hagas. Si te lo escribo es porque así no miento, me da miedo decirte lo que pienso, miedo a perderte en el momento.

Yurz~